A veces pensamos que nuestros hijos no son tan buenos leyendo como nos gustaría o como pensábamos que serían. Ya sea por falta de voluntad del niño o por fallas en el proceso de aprendizaje, esto parece provocar en los tutores, ya sean padres o maestros, una sensación de impotencia que puede llegar a generar estrés y ansiedad.
Esto podría conducir a experiencias de lectura menos productivas porque el niño que no puede captar la información provoca más estrés para el tutor, quien luego transfiere parte de este estrés al niño.
¿Deprimid@? ¡No tienes porqué! Tenemos la solución para este problema. A continuación, proponemos 3 ideas que puedes aplicar cuando eliges un libro de Materlu, ya sea de superhéroes, princesas u otros mundos de fantasía.
Coge un libro, toma asiento y léelo con tu hijo. Haz de la lectura una maravillosa experiencia de aprendizaje.
1 – ¡No te estreses!
La forma más sencilla de animar a los niños a participar en la lectura es relajarse durante el proceso. Naturalmente, el estrés aumenta cuando vemos que nuestros hijos no están aprendiendo a leer a la velocidad que nos gustaría. Esto se puede transmitir a los niños, lo que se puede traducir en malas experiencias.
Una de las maneras más fáciles de relajarse durante el proceso de lectura es cambiar de lugar. Si la lectura se vuelve monótona en el sofá o en la mesa del comedor, cambia de lugar. Ya sea en la cama de los papás o en la cama de la hermana, en la cocina o en la despensa… ¡Cambia de ubicación! Sal de casa y siéntate en un banco del jardín, ve a la playa, acuéstate a la sombra de un gran árbol.
La ubicación puede marcar una gran diferencia en cómo se percibe y aprecia la lectura. ¿Por qué aprender a leer mientras se lavan los platos o se ve la televisión cuando se puede hacer en contacto con la naturaleza o en un ambiente tranquilo?
Además de aportar una mezcla de sensaciones positivas a los niños, el cambio de ubicación es una buena solución al estrés y los problemas de aprendizaje.
2 – No señalar palabras
Atascarse en una palabra en muchos casos resulta en señalar la palabra desconocida y decirla en voz alta, o el padre se convierte en la «fábrica instantánea de palabras» y le proporciona la palabra al niño. Ambas estrategias son insostenibles. Cuando intenta comprender el significado de una palabra, la estrategia menos efectiva es decir la palabra. Aunque nos parezca algo normal de hacer, todo esto puede cambiar debido al significado que tenga en la oración o imagen en cuestión.
El núcleo del proceso de lectura es crear significado. Sabemos que un niño está aprendiendo cuando puede hacer un cambio en un texto dado que está siendo ingenioso porque tiene la capacidad de cambiar palabras o el significado de una frase para dar sentido a la lectura. Si un niño cambia de ‘resfriado’ a ‘gripe’ es porque está poniendo el texto con sus propias palabras. Como adultos, tendemos a perder ciertas palabras cuando leemos, pero a menudo ni siquiera nos damos cuenta de los que ha sucedido. Debemos tratar a los niños por igual y es en este momento que no debemos interferir. Los niños necesitan saber que cada vez que leen una palabra mal o que les extraña, no pasa nada.
Cuando un niño cambia una palabra o busca la ayuda de uno de sus padres, es necesario compartir la importancia de crear significado. Procesos simples como «¿qué palabra tendría sentido aquí?» o «busquemos más información sobre esto» le da al lector las herramientas y una estrategia para entender lo que está leyendo.
3 – Los niños siempre saben qué leer
La elección del libro es el elemento principal del proceso de lectura. Nosotros, como adultos, rara vez leemos un libro de un tema o categoría que no nos interese. En los casos en que esto ocurre, acabamos perdiendo el interés muy rápidamente, probablemente porque no nos resulta entretenido, el libro acaba abandonado en una mesa o en una estantería. Si hacemos esto y creemos que es correcto, ¿por qué deberíamos hacerlo de otra manera con los niños cuando ellos también muestran desinterés por algo que están leyendo?
Por lo general, las elecciones que hacemos para nuestros hijos provienen de un punto de vista de amor porque solo estamos tratando de ayudar y alentar la lectura de material que sea accesible para nuestro hijo. A menudo es difícil dejarse llevar y dejar que los niños elijan sus propios libros. Esto es vital, sin embargo, para desarrollar lectores fuertes y autosuficientes.
Es importante darle al niño el apoyo que necesita. Cuando vemos que un niño elige un libro que puede estar más allá de su nivel de lectura o comprensión, debemos usar estrategias de apoyo como leer en voz alta o leer simultáneamente para que el niño pueda seguir la línea de pensamiento más adecuada para él. Es importante que estos niveles de apoyo se negocien con el niño para que obtenga la ayuda que realmente necesita. Todos los padres hacen el mejor trabajo que conocen cuando se trata de ayudar a sus hijos a leer.
¡Relájate y disfruta del viaje de la lectura! Ya sea que con Bicicleta para dos o La nave del tiempo, Materlu te brinda toda la ayuda que necesitas para que la experiencia de lectura de tu hijo sea maravillosa.