Podríamos pensar que la lectura no es una actividad adaptada a los más jóvenes, al menos hasta que tengan la edad de entender la mayoría de las cosas y que sepan hablar correctamente. Pero la lectura permite crear vínculos desde el nacimiento porque no se trata realmente de hacer leer vuestros hijos sino de compartir un momento con ellos, lo que les será beneficioso de diferentes maneras según su edad. Desde sus primeros meses, leer un libro con vuestros bebés permitirá reforzar vuestros vínculos con ellos ya que se encontrarán entre vuestros brazos y escucharán vuestras voces, lo que les tranquilizará y hará que se sientan seguros. Al principio, el bebé tendrá ganas de manipular el libro, tirarlo al suelo y algunas imágenes llamarán su curiosidad. Luego, cuando vuestros hijos cumplan 1 año, empezarán a pasar las páginas y tendrán ganas de entender las imágenes. Cuando empiecen a hablar abrirán el libro solos y se contarán la historia a sí mismos apoyándose en lo que ven en las ilustraciones. El libro resulta ser una buena herramienta para desarrollar los conocimientos del niño y acostumbrarlo a los fundamentos de su lengua materna antes de empezar con la escuela. Aprenderá que empezamos por la página de la izquierda y que, luego, leemos la derecha antes de pasarla y seguimos con la lectura siguiendo el mismo orden. Aprenderá también que leemos de izquierda a derecha. Aconsejamos enseñarle la lectura al niño antes de su primera vuelta a clase ya que verá esta actividad como un momento compartido y de placer mientras que en la escuela el libro será utilizado para el aprendizaje de la lectura. Por consiguiente, el niño podría poner el libro en relación con una tarea escolar y no podrá apreciar sus propiedades.
Para que el libro se convierta en una herramienta y un medio de aprendizaje a través del juego, tendréis que repetir los nombres de los animales, los colores y los nombres de los transportes varias veces para que vuestros hijos pueda memorizarlos. Para acelerar el aprendizaje podréis poner el vocabulario aprendido gracias al libro en relación con los objetos de la vida cotidiana enseñando a vuestros hijos y preguntándoles de qué se trata. Algunas páginas les interesarán más. Centraos en dichas páginas porque estarán más atentos a lo que les enseñáis y no dudéis en desempeñar un papel cambiando vuestro tono de voz y actuando imitando las emociones de los personajes. Para que los niños estén más atentos a la lectura, haced que participen preguntándoles cosas sobre los personajes: ¿quién es quién? o pidiéndoles que os hagan un pequeño resumen sobre lo que pasó anteriormente. Además, para que vuestros hijos se sientan identificados con la historia podéis cambiar los nombres de los personajes por sus nombres, y eso lo podéis hacer gracias a Materlu. Podréis incluso personalizar la apariencia física del protagonista para que se parezca lo más posible a vuestro hijo.
Para los niños con un poco más de edad podéis tomar descansos a lo largo de la lectura para compartir vuestras impresiones sobre la historia o para dejar que vuestros hijos expresen su percepción frente a la situación. Podéis también invitarles a adivinar de qué trata el libro mirando solo la portada antes de empezar a leer o invitarles a proponer un final alternativo una vez acabada la lectura. Para profundizar en los conocimientos de vuestros hijos sobre la lengua española y la ortografía podéis seguir el texto con el dedo a lo largo de la lectura y pararos sobre algunas palabras o ciertas letras para enseñar una nueva palabra a vuestros hijos y revisar sus conocimientos del abecedario relacionando las letras con palabras: “M con mariposa”, por ejemplo.
En la mayoría de los países, la lectura suele enseñarse alrededor de los 6 años. Que vuestros hijos sepan leer antes de esta edad no es un objetivo que alcanzar, obviamente. Sin embargo, si sienten curiosidad por los libros, sería una pena bajarles el ritmo. De este modo, tendrán algunas bases antes de aprender la lectura en la escuela lo que les favorecerá ante los demás y les dará más tiempo para dedicarse a la escritura o a las matemáticas, por ejemplo. No hay que olvidar que todos los niños son diferentes y que es indispensable ir a su ritmo para no presionarles. Por lo tanto, aconsejamos invitar a los que tienen ganas de seguir con su descubrimiento y animar a aquellos para los que la lectura no resulta un placer.
Para concluir, el libro es una herramienta que debe convertirse en un objeto indispensable dentro de un hogar con niños ya que permite acelerar su aprendizaje, trabajar en su relación con la lengua, profundizar lo adquirido en la escuela y fortalecer los vínculos familiares. La elección de libros coloreados invita al desarrollo de la imaginación y hace que vuestro hijo se centre en las imágenes. Sin embargo, como es el caso de los videojuegos, la lectura será eficaz solamente si el libro está bien elegido y adaptado a la edad del niño. Gracias a Materlu no podréis equivocaros ya que la edad prescrita está indicada, podréis también leer el resumen e incluso ver el libro en versión digital antes de proceder al pedido para aseguraros de que le guste a vuestro hijo.