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Animar a los niños a comer verduras

Animar a los niños a comer verduras

Todos los padres saben lo difícil pero también importante que es animar a los niños a comer verduras. Debemos tener en cuenta que las verduras contienen muchas vitaminas y elementos que son vitales para una buena salud y desarrollo. En este artículo, aprenderemos algunos trucos e ideas para hacer que las verduras sean más atractivas para tus hijos y que se entusiasmen con la hora de la comida.

Comida deconstruída

Mezclar comida es un buen método para animar a los niños a comer verduras. He aquí una guía paso a paso sobre cómo fomentar el consumo de verduras:

  1. Seleccionar una variedad de verduras: Elige una combinación de verduras que a ti o la persona a la que estás alentando os gusten o busca una mezcla de sabores y colores para hacer que la mezcla de verduras sea más atractiva.
  2. 2. Lavar y preparar las verduras: Lava bien las verduras con agua para eliminar la suciedad o los residuos que puedan tener. Córtalos en trozos pequeños para que la mezcla sea más fácil y rápida.
  3. Elegir una licuadora: Utiliza una licuadora de alta potencia o un procesador de alimentos que pueda mezclar verduras hasta obtener una consistencia suave. Incorporar las verduras progresivamente.
  4. Añadir líquido: Para que el proceso de mezcla sea más suave, agrega una base líquida. Puedes utilizar agua, caldo de verduras, leche de almendras sin azúcar o cualquier otro líquido de tu preferencia. Comienza con una pequeña cantidad y agrega gradualmente más siempre que sea necesario.
  5. Experimentar con los sabores: Para mejorar el sabor, se puede incorporar sabores adicionales. Considera agregar un chorrito de limón o una pizca de hierbas y/o especias (ajo, jengibre, albahaca o cilantro). Además, los purés, cremas y batidos nos permiten camuflar el sabor amargo o soso de muchas verduras con uno más dulce, añadiendo zanahorias, remolacha o incluso dátiles.
  6. Servir de manera creativa: La presentación puede marcar la diferencia a la hora de servir un plato. Sírvelo en un tazón o vaso colorido, decóralo con una pizca de hierbas picadas, un chorrito de aceite de oliva o una cucharada de yogur griego. Experimenta con diferentes coberturas para agregar textura y atractivo visual.
  7. Incorporar a las comidas: Utiliza las verduras mezcladas como base para sopas, salsas o aderezos. También puedes incorporarlas en batidos o guisos para animar a los niños a comer verduras.
  8. Transición gradual: Si tú o el peque al que estás animando a comer verduras no está acostumbrado a su sabor, comienza mezclando pequeñas cantidades de verduras en alimentos que sean familiares.
  9. Predicar con el ejemplo: Muestra entusiasmo a la hora de comer verduras y deja que los más pequeños te vean disfrutando. Cuando las personas vean que realmente aprecias y disfrutas de tu comida, es más probable que la prueben.

Verduras crudas o al vapor

Hacer que los niños coman verduras crudas y al vapor puede ser un desafío, pero hay varias estrategias que puedes probar para que este proceso sea más atractivo. Aquí van algunos consejos:

  1. Hacer que sea divertido e interactivo: Involucra a los pequeños en el proceso de selección y preparación y la hora de servir las verduras. Llévalos a la tienda de comestibles o al mercado y permíteles elegir las verduras que quieran probar. Deja que ayuden a lavar, pelar o cortar (bajo la supervisión de un adulto). Participar en la preparación de la comida también es una buena manera de animar a los niños a comer verduras.
  2. Ofrecer una variedad de colores y texturas: Los niños a menudo se sienten atraídos por los colores vivos, así que incluye una variedad de vegetales coloridos como pimientos rojos, calabaza amarilla o repollo morado. Intenta incorporar verduras con diferentes texturas, como zanahorias crujientes, pepinos crujientes o tomates cherry. La variedad de colores y texturas puede hacer que el plato sea visualmente mucho más atractivo e interesante.
  3. Crear formas y adornos atractivos: Use cortadores de galletas para moldear vegetales crudos en formas divertidas como estrellas, corazones o animales. Coloca las verduras en forma de cara sonriente o creando un arcoíris en el plato. También puedes hacer brochetas de verduras con trozos pequeños. El atractivo visual puede hacer que comer vegetales sea más emocionante para los niños.
  4. Servir con salsas, aderezos o coberturas: A los niños les suele gustar mojar la comida. Pon a su disposición una selección de salsas o aderezos saludables como humus, salsa ranchera a base de yogur o salsa casera. También puedes espolvorear una pequeña cantidad de queso rallado o hierbas picadas sobre el plato. Estos sabrosos acompañamientos pueden hacer que las verduras al vapor o crudas sean más agradables de comer.

Ser paciente y persistente

Como adultos, podemos animar a los niños a comer verduras, sin embargo, puede ser un proceso que requiera múltiples intentos. Ofrece verduras con regularidad, incluso si inicialmente son rechazadas. Continúa introduciendo nuevas verduras y sabores gradualmente, permitiendo que los niños desarrollen sus gustos con el tiempo.

Calidad del tiempo juntos

Preparar comida rápidamente mientras tu hijo ve dibujos animados o juega a veces es práctico y necesario, pero por lo general no abre mucho el apetito. ¿Qué tal involucrarlos en la preparación? Materlu cuenta con una preciosa historia llamada «El gran chef» que demuestra lo divertido que es preparar comida juntos. Hay algunas tareas que tus hijos pueden hacer fácilmente. Al asignarles tareas que hacer en la cocina, adecuadas a su edad y siempre teniendo en cuenta la seguridad, se sienten importantes y se sentirán orgullosos de los resultados. Trabajar juntos y ayudarse unos a otros es una actividad divertida y esto genera un apetito saludable. Además, a los niños les encanta todo lo que implica la compañía de mamá y papá. También, estar en la cocina rodeados de olores, manipular los ingredientes y, por supuesto, probar cosas seguro que les abre el apetito. ¡Los pequeños estarán encantados de sentarse a comer los frutos de su trabajo!

Marketing: jugar con la comida

Combina comer verduras con jugar. Porque si algo es divertido, es mucho más fácil conseguir que se lo coman. ¿Por qué no sentarse frente a los platos con tu pequeño y tener una sesión de preguntas y respuestas? El que suma dos números mal o se equivoca en una palabra tiene que comerse un trozo de la verdura que no le gusta. Puedes darle recompensas por terminar de comer y recompensas extra si consiguen comerse todas las verduras del plato. El premio podría ser leer un cuento contigo y las recompensas adicionales podrían ser disfrutar de un helado mientras se lo lees. ¿O qué tal preparar una comida «a ciegas»? Solo tienes que vendarles los ojos y que traten de adivinar lo que están comiendo. El mero hecho de comer alimentos sin poder verlos es un desafío en sí mismo. Una variación de este juego también podría convertir a tu hijo en un experto: prepara un plato con varios ingredientes y pídele que pruebe cada parte con cuidado, asignando puntos a categorías como sabor, color, textura, dulzura, intensidad, nivel de crocante, etc. Además, tomarse en serio su opinión no solo te ayudará a saber qué verdura le gusta, para poder tenerla en cuenta a la hora de preparar la comida, sino que fortalecerá vuestro vínculo y ayudará a que tu peque gane confianza en sí mismo.

Conclusión

Este artículo no pretende ser la respuesta, ni mucho menos, pero esperamos que os sirva de inspiración para preparar platos de verduras inolvidables para vuestros hijos. En cualquier caso, si en algún momento tu creatividad comienza a flaquear, simplemente busca una de las divertidas historias de Materlu. Tienen el poder de despertar la imaginación de adultos y niños por igual.

Recuerda que las preferencias de sabor de cada persona son diferentes, por lo que puedes llevar a cabo un proceso de ensayo y error para encontrar las combinaciones y sabores correctos que funcionen para los más pequeños. No te desanimes si no las acepta de inmediato las verduras licuadas, los gustos tienen que adaptarse. Además, asegúrate de considerar las restricciones dietéticas al implementar estas estrategias.