Leer aporta muchos beneficios. No solo ayuda a desarrollar la creatividad, la empatía o la memoria, sino que también es una buena forma de reducir el estrés. Esto es lo que afirma un estudio realizado por la Universidad de Sussex. Los investigadores que han llevado a cabo este estudio han llegado a la conclusión que tan solo 6 minutos de lectura al día pueden reducir el estrés un 68% porque leer hace que el latido del corazón sea más lento y alivia la tensión muscular. Según el Dr. David Lewis, el neuropsicólogo que ha realizado esta investigación, leer ayuda a escapar de todas las preocupaciones y el estrés de la vida cotidiana. Sostienen que, por lo tanto, es muy importante hacer una pausa al final del día, abrir un libro y dedicarse a la lectura.
Esto es algo que ayuda a los adultos a relajarse después de un día completo de trabajo, pero tenemos que pensar que los días de nuestros hijos también son estresantes. El colegio, los deberes y el deporte pueden provocar estrés en los niños, por lo que leer un buen libro puede ser una buena solución. ¿Y por qué no hacerlo juntos? Ir a la librería, elegir un libro que interese a nuestros hijos y leerlo juntos antes de ir a dormir puede ser una buena forma de acercarnos a nuestros hijos, reforzar el vínculo con ellos y compartir una actividad que nuestros hijos recordarán incluso cuando sean adultos. Al fin y al cabo, como afirma el estudio mencionado anteriormente, sólo se necesitan unos minutos al día para reducir el estrés.
Pero, ¿por qué la lectura reduce el estrés?
Aparte de la razón científica dada por el estudio realizado por la Universidad de Sussex, la lectura ayuda a reducir el estrés porque cuando leemos nos evadimos de la vida cotidiana. Cuando abrimos un libro y empezamos a leer, nos sumergimos en una historia diferente a nuestra propia vida, nos identificamos con personajes que tienen un carácter diferente al nuestro y nos dejamos cautivar por ello.
Nuestros hijos también experimentan lo mismo cuando leen sus libros favoritos. Al elegir la historia que más les fascina, se sumergen en mundos con personajes completamente diferentes: magos, dragones, elfos, princesas. Los libros les transportan a lugares únicos y viven aventuras muy diferentes a las del mundo real. Todo ello contribuye a relajar a nuestros hijos que, después de un día de colegio, deberes y varias actividades, se encuentran entre las páginas de un libro que les catapulta a mundos y aventuras fantásticas.
Por lo tanto, la lectura es muy importante y hacerla junto a nuestros hijos nos permite desarrollar la actividad de leer. Lo ideal es encontrar un momento cada día para dedicarlo a la lectura y relajarnos junto a nuestros hijos, para que, de este modo, se convierta en un pasatiempo y una actividad que compartir juntos.
Leer ayuda a dormir mejor
La lectura nos ayuda a estar con nosotros mismos, a desconectar, sobre todo de las redes sociales. Todos los días estamos conectados, delante de un ordenador o un móvil, e incluso cuando volvemos a casa nos conectamos, a veces antes de irnos a dormir. Sin embargo, esto no sólo no nos ayuda a relajarnos, sino que empeora nuestro sueño. Según estudios realizados por varios investigadores, en lugar de encender nuestro móvil o nuestro ordenador, es recomendable leer un libro. Leer antes de dormir, de hecho, nos ayuda a conciliar el sueño antes y más profundamente, porque permite que el cuerpo se relaje rápidamente. Esto se debe a que durante la lectura, toda la energía se concentra en el trabajo mental, lo que da tiempo a que los músculos se relajen por completo. Por lo tanto, debemos adquirir el hábito de abrir las páginas de un libro cada noche y tratar de relajarnos para poder dormir mejor, descansar y afrontar el día siguiente de la mejor manera posible.
Sumergirse en un libro nos puede ayudar a aislarnos de la realidad que nos rodea. Investigadores de la Universidad de Liverpool llevaron a cabo una investigación en la que analizaron a 4.000 personas y concluyeron que quienes leían con regularidad tenían una mayor autoestima, una mayor capacidad de reacción ante situaciones difíciles y una menor incidencia del estrés. Por lo tanto, leer un buen libro después de un día estresante ayuda a reducir el estrés hasta en un 60% y contribuye a levantar el ánimo. También por esta razón, podría convertirse en una actividad que podemos compartir con nuestros hijos.
En nuestro catálogo de libros personalizados de Materlu encontraréis una amplia selección de títulos que pueden ayudar a vuestros hijos a relajarse después de un día estresante. La moto de Sapín, El Zampasueños o La escoba secreta son algunos de los cuentos que podríais leer juntos a vuestros hijos antes de dormir para encontrar un momento de relax y reforzar el vínculo entre padres e hijos.