En los últimos años, los estudios han revelado que cada vez menos niños leen por placer y pasan cada vez más tiempo en las redes sociales y dispositivos móviles. Todos sabemos las dificultades que sentimos cuando intentamos que un niño lea porque siempre parece haber una sensación de que hay algo más interesante que hacer. A pesar de ello, está científicamente comprobado que dedicar 20 minutos del día a leer puede traer beneficios para la salud y el desarrollo de tu hijo. Existen ventajas muy interesantes que se consiguen por leer 20 minutos al día. Desde Materlu, pensamos que son importantes dar estas ventajas a conocer.
Beneficios de leer 20 minutos al día durante la infancia
Leer 20 minutos al día durante la infancia puede tener una amplia gama de beneficios para el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños. Aquí hay una lista de algunos de los beneficios más destacados:
1. Desarrollo del lenguaje y la comunicación:
La lectura en la infancia es un pilar esencial para el desarrollo del lenguaje y la comunicación. Al leer libros, los niños adquieren un vocabulario más amplio y mejoran sus habilidades lingüísticas. La exposición a diferentes estilos de escritura y narrativa también enriquece su expresión verbal y comprensión auditiva. Además, la interacción con los personajes y las tramas fomenta la imaginación y la capacidad de comunicar ideas y emociones de manera efectiva. Igualmente, la lectura en la infancia mejora el desarrollo gramatical. Al leer, los niños internalizan estructuras lingüísticas correctas, lo que enriquece su comprensión de la gramática y facilita la expresión verbal con precisión y claridad.
2. Estimulación cerebral:
Leer puede ser un potente estimulante cerebral. Al leer, los niños activan diversas áreas del cerebro, como la imaginación, la comprensión, y la memoria. La exposición a nuevas ideas y conceptos promueve conexiones neuronales, fortaleciendo las habilidades cognitivas. Además, leer a edades tempranas impulsa el desarrollo del lenguaje y la capacidad de concentración, potenciando el rendimiento académico y el crecimiento intelectual a lo largo de la vida.
3. Adquisición de conocimiento:
La lectura es un poderoso medio para adquirir nuevos conocimientos. A través de libros, los niños exploran temas diversos, como la ciencia, la historia, las culturas o la geografía. Cada lectura les brinda oportunidades de aprender y ampliar su vocabulario, comprensión y habilidades cognitivas. Asimismo, leer despierta su curiosidad y estimula el pensamiento crítico, sentando las bases para un aprendizaje continuo y un desarrollo intelectual sólido.
4. Reducción del estrés y la inquietud:
El estar enfocado en un cuento puede ser un refugio que ayuda a reducir el estrés y fomenta la quietud. Al sumergirse en un libro, los niños se desconectan del ruido del mundo exterior y se sumergen en una calma introspectiva. La lectura también estimula la imaginación y crea un espacio seguro para escapar de las preocupaciones diarias. Estos momentos tranquilos promueven el bienestar emocional y el equilibrio en su vida cotidiana.
5. Fortalecimiento del vínculo familiar:
Leer 20 minutos al día es una oportunidad para fortalecer los vínculos familiares. Compartir momentos de lectura crea un ambiente afectuoso y de complicidad entre padres e hijos. Al leer juntos, se establecen conexiones emocionales y se fomenta la comunicación, creando recuerdos especiales. Además, los libros pueden ser temas de conversación que generen discusiones enriquecedoras y fortalezcan la conexión entre las diferentes generaciones, promoviendo la cercanía y el amor familiar.
6. Mejora del rendimiento académico:
Los niños que leen regularmente a menudo tienen un mejor desempeño en la escuela, ya que están mejor preparados para comprender y asimilar nueva información. Leer durante 20 minutos expone a los niños a una gran variedad de palabras. Esta exposición a un amplio vocabulario, hace que la probabilidad de obtener buenos resultados sea mucho mayor, ya que garantiza mayor competencia y comprensión lingüística y una escritura más dinámica, fluida y profunda. Esto se debe a que los niños descubren nuevas formas de asignar significados, articular pensamientos, usar lenguaje figurado y sentir la historia a través de sus emociones. Asimismo, la comprensión lectora a la que se llega por la simple práctica de ser perseverantes en la lectura, abre puertas a un mundo por explorar, pudiendo adquirir nuevos conocimientos y empaparnos de cultura.
7. Habilidades para la resolución de problemas:
Leer cuentos y también otros tipos de textos fomenta la resolución de problemas. A través de las historias, los niños enfrentan situaciones desafiantes que requieren análisis y reflexión. Al identificarse con los personajes y sus dilemas, desarrollan habilidades para encontrar soluciones creativas y lógicas. Además, la lectura expande su conocimiento y perspectivas, lo que les permite abordar problemas con una mente abierta y estratégica.
8. Estimulación de la imaginación y curiosidad:
La lectura alimenta la curiosidad y fomenta un sentido de asombro acerca del mundo que nos rodea. La lectura diaria puede ayudar a fortalecer la imaginación de un niño al presentarle nuevos conceptos, nuevas culturas y un mundo completamente nuevo de posibilidades. Pueden aprender sobre el planeta Tierra, estimular sus curiosidades, desarrollar capacidades…
Estudios recientes muestran que la imaginación puede desempeñar un papel más importante en el desarrollo de un niño de lo que se pensaba anteriormente. Por ejemplo, imaginar que uno está tocando el piano podría potenciar las conexiones neuronales en regiones relacionadas con los dedos. Entonces, desarrollar la imaginación podría ayudar a las personas a ejercer más control sobre sus pensamientos, recuerdos y decisiones.
9. Desarrollo de habilidades sociales:
Leer y discutir libros con otros fomenta la interacción social y el trabajo en equipo. Además, la lectura puede ayudar a los niños a desarrollar empatía al desafiarlos a considerar cómo los personajes del libro pueden sentir o pensar sobre ciertas cosas o situaciones. Puedes darle un pequeño empujón, ya sea en la escuela o en casa, apoyando este desarrollo de la empatía haciendo preguntas como: «¿Por qué crees que el hechicero tomó esta decisión?» o «¿Qué puede hacer la princesa para sentirse mejor?». Aprender a abordar las situaciones y considerar los sentimientos de los demás, podría ayudar a los niños de todas las edades a ser más compasivos y comprensivos.
10. Mayor capacidad de concentración:
Desarrollar una sólida capacidad de concentración es otro beneficio más que fomenta la lectura. Al sumergirse en las páginas de un libro, los niños deben enfocarse en la trama y los detalles, lo que requiere un nivel de atención constante. A medida que exploran diferentes historias y mundos imaginarios, sus mentes se vuelven más hábiles para bloquear distracciones y mantenerse enfocados en una tarea específica. Esta habilidad trasciende la lectura y se aplica en el ámbito académico y personal, preparando a los niños para afrontar desafíos con éxito a lo largo de su vida. Asimismo, una buena concentración es esencial para calmar la mente y desconectar del estrés diario. Al evitar pensamientos dispersos, se facilita el proceso de conciliación del sueño, mejorando la calidad y duración del descanso, lo que influye positivamente en la salud y el bienestar general.
Recuerda que estos beneficios pueden variar según el contenido de lectura y la forma en que se aborde la actividad. Para ello, Materlu ofrece cuentos personalizados con contenido apropiado y motivador para los niños. Abordar la lectura desde el ánimo, el cariño y la diversión es crucial. Ademas, Materlu propone que los padres y cuidadores fomenten un ambiente propicio para la lectura y que se involucren activamente en este hábito, ya que su apoyo y ejemplo pueden marcar una gran diferencia en el desarrollo de los niños.
Conclusión
Como hemos visto, existen argumentos suficientes para entender que leer 20 minutos al día tiene multitud de beneficios. Tanto los niños pequeños como los preadolescentes e incluso los adolescentes pueden beneficiarse de leer 20 minutos al día. Ya sea ayudándoles a entender mejor el mundo, mejorando su rendimiento académico, descubriendo todo su potencial imaginario y creativo o, simplemente, disfrutando de la lectura de un buen libro. Id juntos a la biblioteca o a la librería, escoged algunos libros y trabajar juntos para establecer un nuevo hábito familiar.
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